En un mundo donde los retos relacionados con la salud y la seguridad se entrelazan cada vez más, uno de los desafíos más prominentes sigue siendo el problema mundial de las drogas. En este análisis, abordaremos cómo este fenómeno no solo constituye una amenaza a nivel individual, sino que también tiene implicaciones globales que afectan a la sociedad en su conjunto. Según la ONU, los daños del problema mundial de las drogas tienen repercusiones a nivel de salud pública, criminalidad, economía y requieren de una estrategia coordinada para su control.
El surgimiento de nuevos opioides sintéticos y de una oferta y demanda sin precedentes de otras drogas ha agravado las repercusiones del problema mundial de las drogas. Esto ha provocado un aumento de los trastornos por consumo de drogas y de los daños ambientales, según el Informe Mundial sobre las Drogas presentado el pasado 26 de junio por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Impacto en la salud pública a nivel mundial
El primero y más directo de los impactos se observa en la salud pública. El consumo de drogas ilícitas conduce a múltiples desafíos, incluidas las enfermedades de transmisión, la sobredosis y el aumento de la mortalidad. Según datos recopilados por la ONU, los daños del problema mundial de las drogas en este ámbito abarcan desde la dependencia hasta el deterioro mental y físico, afectando a millones de individuos alrededor del mundo. Este panorama complica y sobrecarga los sistemas sanitarios, exigiendo respuestas específicas e integradas para su manejo.
El número de personas que usan drogas se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20% en 10 años. El cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides (60 millones de consumidores), las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores).
Los nitazenos, un grupo de opioides sintéticos que pueden ser incluso más potentes que el fentanilo, han surgido recientemente en varios países de renta alta, lo que ha provocado un aumento en las muertes por sobredosis.
El papel de las drogas ilícitas en el incremento de la criminalidad
Además, está bien documentado el vínculo entre las drogas ilícitas y el aumento en la criminalidad. El tráfico de drogas financia redes criminales que operan a través de fronteras, desestabilizando comunidades y economías. Este escenario no solo propicia un entorno de violencia sino que complejiza las labores de las fuerzas del orden, las cuales deben diversificar sus estrategias para combatir tanto el tráfico como la distribución y venta en el mercado negro.
Los traficantes de drogas se están diversificando hacia otras economías ilícitas, en particular el tráfico de vida silvestre, el fraude financiero y la extracción ilegal de recursos. Las comunidades desplazadas, pobres y migrantes están sufriendo las consecuencias de esta inestabilidad, viéndose obligadas en ocasiones a recurrir al cultivo de opio o a la extracción ilegal de recursos para sobrevivir, cayendo en la trampa de endeudarse con grupos delictivos o en el autoconsumo de drogas.
Estas actividades ilícitas también están contribuyendo a la degradación ambiental mediante la deforestación, el vertimiento de desechos tóxicos y la contaminación química.
Consecuencias económicas del tráfico y consumo de drogas
A nivel económico, los daños del problema mundial de las drogas según la ONU no son menos significativos. El lavado de dinero, la corrupción y el desvío de recursos de sectores productivos hacia la contención de este problema son solo algunas de las repercusiones que se observan. La economía global se ve comprometida, no solo por la desviación de recursos, sino también por la pérdida de capital humano. La drogadicción mina la capacidad de trabajo del individuo, afectando la economía desde el núcleo familiar hasta el desempeño de empresas e industrias.
Estrategias globales de la ONU para combatir el problema de las drogas
Frente a este panorama, la ONU ha delineado estrategias globales orientadas a reducir tanto la demanda como la oferta de drogas ilícitas. Estas estrategias enfatizan la importancia de la cooperación internacional, la promoción de políticas de salud pública basadas en evidencia y la necesidad de abordajes más humanitarios que penalizadores hacia el consumo. Así, los daños del problema mundial de las drogas demandan una respuesta multidimensional que involucre a diferentes sectores de la sociedad, desde gobiernos hasta organizaciones no gubernamentales y comunidades locales.
La lucha contra los daños del problema mundial de las drogas según la ONU requiere de una comprensión profunda y de acciones coordinadas que involucren a todos los sectores de la sociedad. En Grupo Terapéutico Carmen Piña, entendemos la importancia de abordar este desafío con un enfoque personalizado e integral. Si tú o alguien cercano necesita apoyo en el tratamiento de adicciones, te invitamos a enviar un mensaje a través de nuestro sitio web. Nuestro equipo especializado está listo para proporcionarte asesoría personalizada, con la discreción y profesionalismo que nos caracteriza. Juntos, podemos trabajar en la reconstrucción de vidas, apuntando hacia una sociedad más saludable y segura.
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